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 Dicen que uno no debe buscar al amor. Que el amor te encuentra a ti mientras menos te lo esperes... mientras menos lo busques.

Lo he buscado, pasé algunos años de mi vida buscando. No lo encontré. Mientras más me obsesionaba con la idea de encontrarlo, más lejano se tornaba.

Dejé de buscar. Hace años que dejé buscar hasta por debajo de las piedras. Igual no aparece.

Tal parece que tuviera una especie de maldición. Alguien me maldijo para no encontrar el amor (el amor romántico, vamos).
Y hablando de maldiciones, quiero contarles de una que parecerá muy narcisista, pero... mientras algunos quisieran tenerlo, otros creemos que lidiar con ello es un arma de dos filos.
Hablo de la belleza. Belleza física.

Y es que me pasa todo el tiempo, al intentar conocer a alguien.

No sé si los hombres tienen esa idea preconcebida de que las mujeres bonitas, atractivas somos malvadas y por ende, tienen que tratarnos mal.

He conocido muchos, muchos (sí, muchos) hombres que no dejan de alabar mi belleza, de decirme que soy muy bonita, etc, etc, etc. Se deshacen en cumplidos. Semanas o incluso días después desaparecen. Ni siquiera hacen el intento por conocerme. Se marchan convencidos de que soy un ser insufrible, presumida, creída, superficial. Me han dicho tantas veces "eres una princesa" "eres muy nena para eso" "no creí que fueras a durar caminando en el cerro, bajo el rayo insufrible del sol, en el medio de la nada"...Y ¿por qué no? ¿por que soy bonita? ¿porque "parece" que soy una princesa?.. Vamos.

Quisiera que por una vez en su vida, hicieran el esfuerzo por conocerme.