Miedo

No sé cuánto alcohol hay en mi torrente sanguíneo.
No sé cuánta marihuana tienen mis pulmones.
No sé cuánta adrenalina corre por mis venas.
Pero la verdad, no me importa, porque me siento viva. Sí, aquí sin miedo, sin límites, sin una pizca de conciencia, sin un poco de dolor, aquí tal cual como estoy me siento viva.

Perdí la cuenta de mis cubas hace más de 2 horas, y perdí parte de mi conciencia hace no más de 45 minutos. Pero me siento tan bien!
El miedo ya no es una palabra común en mi vocabulario, se volvió secundario cuando el alcohol invadió mi cuerpo.
La risa invade mi boca cada que fumo de esa hierba y me llena de bienestar. Ya no tengo miedo, ya no existe el temor.

Hace poco más de 2 horas que comenzó la fiesta, todo tan perfecto. Tanta alegría, tanto placer. A nadie le importa realmente, son sólo instantes, que después de poco se vuelven flashazos, y después negrura.
Los rostros se cubren de una capa densa cada vez más espesa mientras aumento el número de tragos, pero el miedo desaparece poco a poco y las inhibiciones comienzan a hacerse notar. Es cuando la tranquilidad aparece y todo deja de importar.

Sí, se terminó el vodKa no hace más de 20 minutos. Las clandestinas están a no más de 3 cuadras, ¿para qué caminar, si coches sobran? Yo voy de copiloto.

La risa aumenta, las estupideces también, pero.. ¿a quien le importa? si la estamos pasando tan bien!!
A estas alturas, a nadie le preocupa nada, sólo el whisky barato que sobraba ronda por todo el auto.. no dejen que éste bienestar termine, no quiero que regrese el miedo.

No sé como pasó, pero aquí estoy y todavía no tengo miedo.
No puedo levantarme, no sé por qué estoy en el asfalto... un flash en mi memoria únicamente: volé por los aires rompiendo una membrana fantástica, saliendo libre, abandonando todo el dolor.
Sí, no siento dolor, no siento nada.. pero no me importa, no pienso que importe.

No tengo miedo ahora que mi vista se torna rojiza y borrosa, no tengo miedo de que poco a poco las estrellas desaparezcan, poco a poco se apaguen. No tengo miedo de no saber dónde están mis amigos. Ya no veo nada, no siento nada...

...Dios, ahora los veo, ahora me veo.
Ahora tengo miedo.