Sunday, April 25, 2010

Dolor

Había olvidado lo que era aquello.
Creí que era lo suficientemente fuerte para afrontarlo...

Yo le dije que se fuera, que conociera tantos besos como pudiera, que probara tantos sabores como quisiera, convencida de que sería fácil tolerarlo.
Yo intenté hacer lo mismo, con la idea estúpida de que sería sencillo, que podría hacerlo sin enredarme en algún problema, pero como una y tantas veces, estaba equivocada.

Aquí estoy ahora, sola en mi auto conduciendo hacia mi casa con mi vestido de fiesta rosa fuccia, escuchando la misma canción una y otra vez.. a menos de 80km/h porque no puedo ver más allá de unos cuantos metros debido a que mis ojos están inundados en lágrimas.

No pude soportarlo, simplemente NO PUDE HACERLO.

Me dolió en el alma tener que verle, tener que verla... Y yo que creí que lo había olvidado, que podía vivir sin él...
No pude tolerar su abrazo, su cuerpo tan cerquita del mío. Mi cuerpo se ha fusionado con el suyo a un nivel que va más allá de lo material, nuestra piel se reconoce. Fue tan difícil apartarme de él, con mi rostro bañado en llanto y tener que salir huyendo, con el rostro bajo sabiendo que esta vez he sido derrotada. No volverá.

Mirarlos juntos, sabiendo que pude haber sido yo la que compartía su lado y ¿por qué? por un simple capricho mío, por quererme hacer la fuerte y decir que no lo necesitaba, que no lo amaba y que podía arreglarmelas sola. Que conocería al verdadero amor, que él sólo había sido un escalón más para llegar a la cima..

Y qué tonta había sido. Qué ciega me había vuelto al no ver nunca que el verdadero siempre fue él, que mi necesidad de su abrazo, de su aliento, de sus palabras y su voz no eran por simple capricho, siempre fueron reales.
¿Dónde está ahora?
Con ella.

Y yo, una invitada más.. ¿que podía hacer?
Dar las gracias por invitarme a verlo una vez más.. pedir perdón y largarme, al olvido, al exilio.. a la muerte.
Ni siquiera para decirle por última vez un "Te amo", porque esas palabras ya no significarían nada para él.

Me dijo que me tuviera éxito en mi vida, que encontrara la felicidad, pero sin él... mi vida no tiene sentido y lo comprobé tantos años que intenté encontrarlo en otras personas, nunca fui feliz, nunca pude encontrarle... Nunca pude amar a nadie, y nunca podré hacerlo jamás.

Se me nubla la vista debido a la cantidad excesiva de llanto, la curva está demasiado cerrada y no puedo ver por dónde voy...

El auto se pierde en la oscuridad de la noche, junto con mi vida infeliz y mi existencia vacía.

Que seas feliz.
Te regalo la tranquilidad de mi ausencia.
Y si no lo dije antes de irme de ese lugar insoportable, lo digo ahora como un suspiro que ojalá el viento lleve hasta su destino:

Te amo mi amor.
--
Xkándä.

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