El Espejo 2ª Parte

Tomé tu sucio cadáver por los pies y lo arrastré por mi habitación, chorreando tu sangre por todos lados...
Estaba feliz, estaba contenta de haberte silenciado para siempre, ya no tendría que preocuparme por mirarte todo el tiempo, ya no tendría que soportar tus arrogancias. Todo finalmente se había terminado {Gracias a mi!!}.

Abrí un nicho en la pared, tal como lo narró Edgar Allan Poe en su relato "El gato negro", {me fascinaba esa parte}... así que tomé esa idea prestada para darte un lugar donde reposar: Detrás de la pared.
Tomé tu cuerpo ensangrentado y lo coloqué con mucho cuidado dentro del nicho, procurando que quedaras de pie. Lo cerré cuidadosamente, evitando aplastarte con los bloques.
Terminada mi obra, di un paso hacia atrás y contempé airosa lo que había hecho. ¡Perfecto!
Sólo, para que nadie notara la diferencia entre la antiguedad de la pared y el nicho, coloqué un espejo de cuerpo completo sobre el nicho, para disimularlo.

Los dias pasaron y nadie se había preocupado por tu ausencia, tal vez pensaron que te habrías largado a algún remoto lugar cansado de todo.. no lo sé con exactitud.
Las cosas transcurrían sin dificultades en mi hogar, más aún: en mi habitación no había ningún indicio de anormalidad... hasta ese día.

Me disponía a dormir cuando me llamó la atención el espejo que estaba frente a mi cama: había un rostro mirándome, tu rostro. Me quedé estupefacta, pero no tuve miedo, mas bien me alegré mucho de verte nuevamente, aunque sabía que estabas muerto, y que habias muerto a manos mías.
Me levanté de la cama y me dirigí rápidamente hacia ese rostro demoníaco que estaba mirandome fijamente desde el otro lado del espejo, y pude apreciar tu cuerpo completo, de pie frente al mio. Sonreíste gentilmente al mirarme tan de cerca y yo, hechizada por tu demoníaca belleza sucumbí a acercarme más a tu rostro, más y cada vez más... sólo quería tocar tus labios otra vez, quería besarte nuevamente y recordar las pasiones enfermizas en las que nos envolvimos.. "Que bueno que estás aquí", te susurré al oído y al momento me avalanzaba sobre tus labios y te besaba frenéticamente.

De pronto sólo sentí el frío cristal del espejo y creí haberme vuelto loca, ¿estabas ahí realmente? Yo te vi!! Pero la verdad estaría mucho más lejos de eso.
Me retiré algo confundida del frente del espejo y me dirigí a mi cama, no supe nada de mi después de que apagué la luz.

A la mañana siguiente, un dolor terrible ardía en mi pecho, mis piernas, mi cuello.
Me levanté sobresaltada al sentir que algo escurría de entre el ardor y vi sangre en el piso, dirigida hacia mi cama, la sangre provenía del espejo.
Me horrorizé pensando que alguien podría haber sacado tu cuerpo del muro y se lo habría llevado, así que me puse de pie y me dirigí al espejo.

Mi horror llegó al extremo cuando vi mi cuerpo mutilado por las mismas heridas que te había causado con la daga, hacía no más de 1 mes atrás.
Vi tu rostro del otro lado del espejo, como quien intenta espiar a alguien a través de un cristal ahumado, estabas perfectamente sano y vestido.. ¡¡estabas vivo!!

Aunque, realmente ya no sé con exactitud ¿estás vivo? o...
¿estoy viva aún?

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NadiaSeviLLa