El Joven

Ésta historia, me reservé el tiempo para contarla, porque el luto no desaparecía de mi corazón.
Hace tiempo que sucedieron los acontecimientos que narraré a continuación, cuando la vida aún tenía sentido para mi, para mi familia.

Recuerdo el día que ella llegó a la casa, sonriente pero temerosa, diciendo que había dejado de ver a ése joven que tanto me agradaba, al que ella decía amar tanto.
La noticia nos tomó por sorpresa, pues ella siempre estaba junto a él y no había día que no hicieran algo juntos.. pero simplemente tomó la desición de hacerlo, no supe sus razones hasta hace poco..

Yo la veía siempre salir a fiestas, todos los días salía a divertirse con sus amigas, con amigos.. con tantas personas, menos ése joven que amó, y no la culpo, ella sólo quería divertirse.

Pero un día, todo cambió, todo se volvió diferente, todo se hizo un infierno.

Una llamada marcó nuestro destino.
Recuerdo que ella todavía dormía cuando el teléfono sonó y mi madre tomó la llamada, ví cómo su rostro se puso pálido y sus ojos se llenaron de lágrimas.
Colgó el teléfono y me miró con los ojos vidriosos, me dijo : ha muerto.
¿Quien?¿quien murió?: El joven, tuvo un accidente mientras conducía a su casa, su coche se hizo pedazos y él... a él ya no pudieron salvarlo.

Me quedé helada, sentí como si estuviera de pie enmedio de un agujero negro y que todo a mi alrededor se detenía, sentí cómo si sobre mí llovieran pequeñas estalactitas de cristal, no pude llorar por más que así lo quise, juro que no me salían las lágrimas.

Ella se levantó pasado un rato después de la llamada, y nadie tenía el valor de decirle lo que había ocurrido, nadie podía mirarla a los ojos y darle la mala nueva.
Nos quedamos mirando un buen rato, hasta que mi madre le dio la terrible noticia.

Ella se quedó de pie frente a nosotras, incrédula, tratando de asimilar lo que acababan de decirle. Sus ojos perdieron algo, de repente se apagaron para siempre; el brillo que alguna vez tuvieron, se esfumó en un segundo.

Las horas siguientes significaron un martirio, ella no quería salir de su habitación, se negaba con todas sus fuerzas a ir al cepelio, yo creo que, aún tenía la esperanza de que todo fuera una broma y que tarde o temprano él aparecería caminando por ahí como siempre lo hacía; se negaba a verlo sin vida dentro de una caja de madera. Yo creo que todavía lo amaba, y lo amaba mucho.

(To be Continued...)